El
Racionalismo
Renè
DESCARTES.
(1596 – 1650)
I. La Revolución Científica Renacentista.
Los
nuevos cinetíficos se desvinculan de cualquier prejuicio irracional, sea de
origen tradicional o religioso, así como de la experiencia empírica. Copérnico
cuando construye su teoría heliocéntrica (desterrando la compleja cosmología
ptolemaica de los epiciclos y deferentes) obvia hasta cierto punto la
información dada por nuestros sentidos y en su lugar elabora un modelo racional
buscando que tenga una expresión matemática clara y sencilla, desde el cual
luego poder entender los acontecimientos de nuestro mundo. La razón se impone
así a las experiencias sensibles o empíricas.
Por
otra parte, Galileo se dota del telescopio e introduce el experimeto junto con
el método hipotético deductivo para elaborar una nueva física que tiene su
orogen en la expresión matemática. Recuérdese que primero es la hipótesis y sus
consecuencias-prediccciones expresadas matemátcamente y luego el experimento
que eleva la hipótesis al rango de ley.
Kepler
y Brahe dan continuidad a esta nueva forma de hacer ciencia y se empeñan por
reducir el cosmos a la pura expresión matemática.
A
su vez crecen los esfuerzos por unificar todos los planos de realidad. Durante
la Edad Media se había abierto una brecha aun mayor de la que se daba en la
Antigüedad, entre el plano de la Física y el plano de la Metafísica.
Precisamente la Escolástica cristiana había contibuido de manera radical en
este hecho. Con los nuevos tiempos se recupera la idea de que la conexión entre
ambos ámbitos es más estrecha de lo que pudiera parecer así como la certidumbre
de que la realidad tal y como la perciben los seres humanos está distorsionada,
fruto de una óptica, de manera que no tenemos a la vista las conexiones que
están determionando nuestro mundo. Para algunos pensadores como Giordano Bruno
será necesario que los seres humanos amplien la escala de comprensión de la
realidad si quieren comprender el verdadero ser de las cosas que les acontecen
así como su puesto en el Cosmos. Esa óptica que a la vez acerca y distorsiona
la realidad será una obsesión que todos los pensadores intentarán desde
entonces abordar. Es ahora de capital importancia desentrañar cómo
conocemos;.Entramos así en el momento
clave para las teorías acerca del conocimiento humano, dando pié a las
cosmologías mecanicistas y panteistas desde Descartes hasta Spinoza o Leibniz y
a las bases de la futura psicología.
II. Marco Filosófico: EL RACIONALISMO
·
Suficiencia
de la razón: se oponen a cualquier posición escéptica acerca de la
posibilidad/capacidad de conocimiento de la razón.
- La razón es
infalible si es usada con corrección.
- Es autosuficiente: por sí misma y en sí
misma es capaz de alcanzar el conjunto de verdades que constituyen la verdad
del mundo. Posee ciertos principios a priori a la experiencia, que le permiten
una acción especulativa que le lleve a descubrir la estructura racional de la
naturaleza.
·
Racionalismo
religioso: en contra de las verdades dogmáticas irracionalistas y de fe.
Sostiene la primacía de la razón
en la tarea de comprensión y conocimiento del mundo
Busca la construcción racional de
una nueva religión natural. La razón es capaz de rescatar la religión oculta,
las verdades metafísica de la naturaleza. Pretensión renacentista = inicios de la secularización de la razón (fin
de la subordinación de la razón a la revelación y al dogma) = teología racional
= metafísica.
·
Universo/naturaleza
Racional: es de carácter racional = la razón tiene acceso directo a él,
puede desvelar sus secretos, la verdad del universo en todos sus niveles:
físico y metafísico.
A través de la razón pueden
construirse las ciencias que recojan este sentido racional de la naturaleza.
Una construcción sistemática, es
decir, sin fisuras, que sigue la misma ordenación orgánica que la naturaleza.
Ésta es un organismo, un conjunto de
sistemas vinculados entre sí; por tanto la Ciencia que construyamos ha de ser
igualmente un conjunto de sistemas que se articulen en una unidad, desde la teología racional o ciencia metafísica hasta la
diversidad de ciencias físico-naturales.
III. LA FILOSOFÍA CARTESIANA.
0. Crítica al escolasticismo.
Descartes pretende salvar a la Razón de la
difícil situación en la que se ha quedado después de la filosofía tomista.
Recordemos que en ella la razón, si bien era reconocida su valía como medio
para llegar a alcanzar el conjunto de verdades universales acerca de la
naturaleza, por el contrario siempre quedaba relegada a un segundo plano
respecto a las revelaciones. Recuérdese que Santo Tomás distinguía entre
teología revelada y teología racional, y que la segunda siempre era puesta al
servicio de la primera. Además se reconocía que la razón poseía de unos límites
naturales que no le permitían acceso a cierta esfera de conocimiento y que por
tanto habríamos de conformarnos con lo que la teología revelada nos informara
respecto de las verdades de dicha esfera, la metafísica. Aquí el papel de la
razón pasaba por tanto sólo por el de un uso meramente esclarecedor de aquello
que se nos había ya revelado desde la esfera divina de manera dogmática. Con
Descartes todo esto cambia; la Razón puede elevarse para comprender el
funcionamiento del Cosmos más allá de la aparienecia. Los acontecimientos
cercanos no podrán explicarse ni entenderse si no es por una razón que ha
alcanzado el conocimiento sistemático del cosmos, su mecanismo, su razón de ser,
sus leyes. El conocimiento racional de la totalidad me permitirá comprender los
acontecimientos próximos en un orden de
precisión que deja de lado los elementos sensibles, púramente accidentales. La
Razón permite el conocimiento ordenado; es la mirada matemática de la realidad
desde los esquemas/ejes abstractos; axiomáticos.
Las intenciones de Descartes son
por tanto:
·
Defender la capacidad (autosuficiencia) de la
Razón para construir una ciencia universal que abarque lo físico, lo metafísico
y lo moral.
·
Negar el dogmatismo, y toda aquellas verdades,
juicios o enunciados que no proceden del ejercicio personal de la razón.
Obras principales: Discurso
del Método; Meditaciones Metafísicas; Reglas para la dirección del espíritu;
Las pasiones del alma.
1. La ciencia como unidad sistemática. El método cartesiano. La duda metódica. El discurso del método.
Someter a
duda todo nuestro conocimiento: Destruir
las opiniones antiguas. Descartes
como ya decíamos pretende construir a través de la razón un sistema
científico, un saber. No podemos permitir que ningún tipo de juicios acerca
de las cosas sean mantenidos sin saber si su origen es la razón. Se trata por tanto de someter todo lo
establecido como conocido a la duda racional, metódica, para después redescubrirlo,
ahora sí, por medio del uso racional. (Rechazo de lo irracional-la revelación;
así como la sensibilidad).
Tres son los tipos de ciencia
que desde Aristóteles son objeto de estudio: la física, que es la ciencia que
se encarga de estudia las relaciones existentes entre los seres o entidades que
constituyen la realidad o mundo; y la metafísica: ciencia que estudia el ser de
las cosas, es decir, el porqué de la existencia de los seres o entidades, el
origen o fuente del principio de ser de los seres. Aristóteles llamaba a esta
ciencia la ciencia primera. El tercer tipo es la ciencia moral o Ética.
Descartes pretende hacer Una única ciencia, a pesar de
distinguir tres ámbitos. La metafísica en Descartes será necesariamente
racional y no como sucedía en el tomismo, según el cual acerca del ser sólo
puede hablarse desde la teología revelada (tened en cuenta que el ser de los
seres es dado por Dios). En las
Meditaciones metafísicas Descartes construye una metafísica racionalista,
demuestra racionalmente la necesaria existencia del alma/yo, de Dios, y por
último, la existencia de las cosas-mundo sensible.
Una vez que queda demostrado y
que no cabe dudar de la existencia de las cosas podrá aplicarse la razón para
conocer las relaciones entre lo existente/mundo, es decir, desarrollar la
física, y más tarde las implicaciones morales de la acción en la que quedan
vinculados yo y mundo.
Al final de su
proyecto pretendía haber construido una ciencia entendida como un sistema orgánico, es decir,
internamente relacionadas todas sus partes. La muerte prematura de Descartes
dejó inacabado su proyecto. La ciencia moral (Ética) no llegó más que a ser
esbozada.
Descartes
diseña un método racional para
construir la ciencia. Éste como decíamos más arriba consiste en someterlo todo
a duda para descubrir aquellos primeros
principios a partir de los cuales luego ir racionalmente deduciendo los
juicios científicos. El Criterio que
utiliza en el descubrimiento es el de claridad
y distinción: todo aquello que al dudar no se le muestre clara y distintamente
a una razón atenta no podremos considerarlo verdadero.
El método científico
cartesiano es racional y se compone de: Un CRITERIO de claridad y distinción; Y
dos momentos: la DUDA (llamada también duda hiperbólica, o epojé = suspensión
del juicio) + la LÓGICA (intuitiva y
deductiva) de la Razón
La Lógica: es el uso especulativo de la razón para conocer
a priori. Consta a su vez de dos momentos:
a. Análisis (INTUICIÓN): división de lo
complejo en sus partes más sencillas, para descubrir por medio de la intuición (o instinto natural) de
manera clara y distintamente las llamadas naturalezas
simples.
b.
Síntesis
(DEDUCCIÓN): momento de reconstrucción en el que la razón deduce a partir de las naturalezas simples hasta alcanzar el
conocimiento de lo complejo. Es el descubrimiento de las conexiones entre
intuiciones.
El Método tendrá que ser aplicado
tanto por lo que respecta a la física como a la metafísica como a la moral. Es
el método uno de los fundamentos de unidad de toda la ciencia. Una ciencia = un
método
2. Búsqueda del primer principio de la razón. El método en la
metafísica. Las Meditaciones metafísicas.
Sometemos todo a duda. Buscamos
algo que se le muestre a la razón con claridad y distinción:
i. Podemos dudar acerca de que lo que conocemos a través de los
sentidos, porque a veces los sentidos nos engañan. = dudar de la percepción.
ii. Dudamos de que incluso las cosas existan independientemente de
que nuestros sentidos nos engañen. Porque de hecho no distinguimos la vigilia
del sueño, es decir el sueño parece real. = dudar de la existencia de lo
percibido.
iii. Parece que de las verdades
matemáticas que se dan estemos despiertos o no, no podríamos dudar, pero no es
así. También podemos dudar acerca de ellas: ¿y su un espíritu o genio maligno
nos estuviera engañando y tuviéramos una matemáticas que carecen de existencia
y que no son auténticas? = dudar de las verdades matemáticas.
iv. La primera verdad: hay algo acerca de lo cual no puedo dudar porque
se me presenta a la razón como verdadero de manera clara y distinta: el Yo. Pienso luego existo. Cogito
ergo sum
El yo, el pensamiento trabaja con ideas. ¿De qué tipo?
·
Adventicias: provienen de nuestra experiencia
externa
·
Facticias: aquellas ideas que construimos a
partir de otras: sirena, caballo con alas,…
·
Innatas:
son poseídas por el pensamiento en sí mismo. Serán ideas a priori a toda
experiencia que pertenecen a nuestra razón. Principio fundamental del
racionalismo.
Hasta aquí lo único que podemos
afirmar como existente es nuestro yo y las ideas que en él se dan, pero aún no
tenemos potestad para afirmar la existencia del mundo, de las cosas, es más ni
siquiera de nuestra propia corporalidad. Para llegar a demostrar la existencia
del mundo primero Descartes ha de demostrar la existencia de Dios:
"Del gran Cartesio fue esta parva calavera.
Ocultos yacen sus restos en tierras galas,mas todo el mundo siempre su ingenio alabay goza su espíritu en la celeste esfera".
vi. La existencia del mundo es demostrada a partir de la existencia de Dios:
puesto que Dios existe y es infinitamente bueno y veraz, no puede permitir que
me engañe al creer que el mundo existe, luego el mundo existe.
3. Ontología: Los dos órdenes o estructura de la realidad: Las tres
sustancias:
Según lo visto se pueden llegar a establecer dos órdenes
diferentes:
·
el ordo
cognoscendi, es decir el orden según se produce el descubrimiento por el
pensamiento de la existencia de los seres. De manera que los ámbitos o esferas
de la realidad quedan ordenados de la siguiente manera: Yo = sustancia primera.
Dios = sustancia segunda. Mundo =
sustancia tercera
·
el ordo
essendi, esto es, el orden de existencia, u ordenación de las esencias.
Según este orden la jerarquía de existencia queda de la siguiente manera:
Dios = sustancia infinita y primera. (res
infinita)
Yo= sustancia pensante. (res cogitans)
Mundo = sustancia extensa o corpórea. (res
extensa)
( Yo y Mundo , en verdad, en tanto que finitas,
entrarían a formar parte de la sustancia infinita)
[Recuérdese: Definición de
sustancia: aquello que es en sí y no es por otro.; aquello a cuya esencia
le pertenece necesariamente la existencia. Propiamente, según esta definición
sustanca, únicamente es Dios (ya lo vimos desde la definición de Dios como Ser
necesario en Tomás de Aquino). Si decimos del yo y del mundo que también sosn
sustancia debe pensarse que lo son solo por analogía.
Podemos también pensar la
sustancia como un sujeto al cual le pertenecen una serie de atributos que
pueden predicarse de él, según la definición aristotélca.]
4.Antropología y Cosmología. Implicaciones éticas.
Recordemos
que acorde con su época Descartes pretende integrar armoniosamente el
microverso con el macroverso y lograr así una imagen completa del Cosmos. Ésto
a su vez puede ser entendido como la voluntad de conectar al hombre y su
realidad próxima con los niveles superiores. Téngase en cuenta a este respecto
la preocupación creciente por las perspectivas del conocimiento (cálculo
infinitesimal) que numerosos científicos empiezan a abordar.
El
ser pensante del ser humano (su entendimiento-razón-alma) está unido al cuerpo
o ser extenso a través de la glándula pineal. Esta vincula ambas partes entre
sí, es decir, que se afectan mutuamente o lo que es igual, en los dos sentidos
pudiendo el alma afectar al cuerpo y el cuerpo al alma. De manera que cabe la
posibilidad de que el alma se vea arrastrada por las pasiones del cuerpo pero
no siempre ya que la razón puede substraerse a los afectos, siendo entonces
ella la que dirige al ser humano en su acción.
Por
otra parte, Descartes considera que al universo (res extensa) como un todo
engranado cuyo movimiento es resultado de un mecanicismo interno. De manera que
una cantidad de movimiento eterna y constante se encuentra recogida en ese
discurrir de los acontecimientos. Para que no quepa la posibilidad de pérdida
de movimiento Descartes concibe que no existe vació. Su existencia es solo
aparente, estando en verdad todo ocupado por una materia delicada y sutil
denominada éter. De manera que ese todo o sistema pleno simpre se mueve. Éste
mundo ha sido así credao tal cual por
Dios, cargado con una cantidad de movimiento concreta. Pasa a ser concebido así
como una fuerza creadora que ya no está presente sino que está retirado y
meramente contempla al mundo en su desarrollo. Decimos en este sentido que Dios
es ex-machina, esto es, no interviene.
Considerando
lo dicho respecto al ser humano y lo dicho del universo mecánico se desprende
la conclusión de que el sujeto posee desde la res pensante la capacidad para
revertir según sus consideraciones el mundo. No obstante hay ambigüedades a
este respecto, ya que la ética no llegó a ser desarrollada por el filósofo
francés. ¿Libre albedrío? ¿Determinismo?
Lo único que está claro es que para Descartes debemos evitar que las
afecciones del mundo nos alteren; la razón debe someter a control al cuerpo,
luego, ¿dsiponer de su mundo también?
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