EL PASO
DEL MITO AL LOGOS.
1.La narración
mitológica. El Mito:
Por mito se ha de entender el
conjunto de narraciones y doctrinas
tradicionales de los poetas (en Grecia, especialmente Homero y Hesiodo) acerca del
mundo, los hombres y los dioses. Se caracteriza por, recurriendo a la esfera divina, ofrecer, una explicación total acerca de los
acontecimientos y los hechos propios de la esfera
de los hombres. Aporta el mito una explicación que da respuesta a los
problemas, los enigmas, y las cuestiones sobre el origen y la naturaleza del
universo, acerca del hombre, de la civilización, la sociedad y de la técnica,
en otras palabras, explica el aquí recurriendo a un allí, o lo que es igual, el
mundo de los hombres es de una manera por lo que sucede en el plano de los
dioses.
Supuestos mitológicos:
i. Las fuerzas naturales son
divinizadas: los dioses personales.
ii. Los sucesos y
acontecimientos (naturales y sociales) encuentran su razón en las voluntades de
los dioses.
Consecuencias:
i.Los fenómenos, naturales y
sociales, acontecen de manera arbitraria
(sin razones lógicas), es decir, no hay una razón natural científica, sino que
todo ocurre por la voluntad de los dioses.
ii. La ciencia es imposible.
No hay una actitud intelectual que se
preocupe por investigar las razones que hay detrás de cada cosa. Todo
se acepta según lo que explica la tradición.
2. El Logos, el
pensamiento filosófico y científico:
Logos = explicación racional.
La filosofía surge con la intención de lograr una unidad racional explicativa y
descriptiva de la realidad, esto es, de lo que sucede en el mundo (a nivel
natural como a nivel social o humano).
Nueva actitud
intelectual
que reacciona, negando la actitud mitológica del siguiente modo:
i. Rechaza la arbitrariedad
de los acontecimientos y niega las explicaciones mitológica que se basan en
las voluntades divinas.
ii. Supone la idea de que hay una necesidad
detrás de todos los fenómenos = existen unas causas reales detrás de cada hecho
o fenómeno.
iii. Es posible conocer racionalmente esas
causas, y por lo tanto decir que hay una necesidad racional detrás de cada
hecho.
iv. Esta explicación o
descripción es universal y común, además de accesible, para todos los individuos mediante el uso de
su propia razón.
Conclusión: El mundo en el que nos desenvolvemos
puede ser explicado según unos principios de razón.
Es posible hacer ciencia de
él.
El cambio y los fenómenos que
observamos, tienen lugar por una necesidad
interna de la naturaleza. El hombre tiene la facultad de conocer esta
realidad, esta necesidad oculta, y por eso puede iniciar una investigación
acerca de ésta. La naturaleza se puede desvelar y clasificar y en último
término llegar a definirla según un solo principio explicativo
El principio último de lo real, aquel que define y en el cual podemos identificar
la esencia del mundo y a partir del cual poder explicar los fenómenos y el
movimiento es llamado ARCHÈ.
PRESOCRÁTICOS
3. Escuela de
Mileto:
Mileto: Ciudad
de la cuenca mediterránea. Se trata de uno de los mayores centros de comercio
de la época. Allí confluyen multitud de tradiciones mitológicas traídas de muy
diversas regiones. Eso sumado a las crecientes dificultades propias de una
ciudad en crecimiento, dan lugar a que ciertos individuos comiencen a
cuestionarse el modo tradicional de dar explicación a las cosas, es decir, el
mito. Comienzan a pensar que ha de haber un
tipo de explicación racional, común, universal, que no recurra a nada
exterior a las cosas para dar cuenta de ellas. Se busca conocer un principio de ordenación de la naturaleza
(archè), a través del logos (o razón). O lo que es igual:
intentar conocer cual es la naturaleza de las cosas = la physis de las cosas.
Tales de Mileto: Dirá que el archè es el agua. “Todo es agua”. Allí donde hay
vida o movimiento, hay también agua. Lo seco tiende a humedecerse y lo húmedo a
secarse, ese es el movimiento natural de las cosas.
Anaximandro: El archè es el Apeiron (lo indeterminado).
Anaxímenes: El archè es el Aire.
4 Escuela
Pitagórica:
La physis, naturaleza o
esencia de las cosas, el archè o principio de ordenación y explicación de la
naturaleza, es el número. Todas las cosas son un número la unidad, y sus
movimientos son explicables a través de su naturaleza numérica. Toda la
naturaleza es traducible a número. Los números constituyen la naturaleza del
universo.
5. Heráclito de
Éfeso: (el oscuro).
El cambio/devenir es el archè para este filósofo. Aquello que
está en la naturaleza de todas las cosas es cambiar, esto es, desaparecer o
consumirse para generarse una nueva cosa. Todo en esta vida es un constante
enfrentamiento, guerra, entre las cosas, entre lo que es y lo que no es. El
mundo es una continua llama que fluye, cambia, se consume y genera nuevas
formas.
Fragmentos: “El rayo
lo domina todo”.
“Es imposible bañarse dos
veces en el mismo río”.
“la guerra es el padre de todas las cosas”.
“este cosmos, el mismo de
todos, no lo hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que siempre fue, es y será
fuego eterno que se enciende conforme
a medida, y conforme a medida se extingue”
6. Parménides
de Elea:
No hay cambio. El mundo es uno y estático. El
movimiento, el aparecer de lo que no es, es todo una ilusión de nuestros
sentidos. Lo que no es no puede venir a ser, sino que ya es. No hay cambio, ni
enfrentamiento para Parménides, todo es
uno, hay una sola realidad, estática, que la realidad cambie solo es debido
a un problema nuestro de percepción. Llegar a ver le mundo de esta manera es el
auténtico uso de la razón/logos. El movimiento y la pluralidad, lo múltiple,
son cuestiones irracionales.
Lo que hay es inmutable,
finito, indivisible, esférico.
7. Anaxágoras:
(Influenciado por Parménides:
ninguna realidad nueva puede engendrarse, todo existe desde siempre)
Para Anaxágoras todas las cosas están compuestas por
unas partículas diminutas llamadas Homeomerias.
Se pueden distinguir tipos de partículas u homeomerías. En función de la combinación de éstas, el resultado será
una cosa u otra. La pluralidad y las diferencias entre las cosas de la
naturaleza queda así explicado por medio de la combinación de las partículas.
Existe un tipo especial de
partícula entre todas las homeomerias, ésta, poseedora de unas propiedades muy
especiales es la responsable de la puesta en movimiento de las cosas y de las
relaciones naturales. Anaxágoras la denomina Nous, entendimiento o inteligencia. De manera que podríamos
decir que en todo fenómeno de la naturaleza, en toda cosa hay una inteligencia
impresa o contenida que ha de ser conocida. Una inteligencia, un Nous que se
encontraría en todo, y del que participarían todas las cosas, es decir, una
razón del cosmos.
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