Habermas

Jürgen HABERMAS


Resultado de imagen de caricatura habermas


Teoría del conocimiento: Conocimiento e interés

- Crítica a la modernidad y Escuela de Frankfurt.

La filosofía contemporánea, ya desde el Romanticismo, se pregunta si el proyecto filosófico de la modernidad ha tenido éxito o si por el contrario ha fracasado. En el siglo XX fueron muchos los filósofos que observaron que la racionalidad moderna dejó de lado aspectos esenciales de la naturaleza humana.
Si bien políticamente las instituciones cambiaron de manera radical durante la Ilustración, con el tiempo, las monarquías retornaron integrando el parlamentarismo dentro de las estructuras tradicionales. Pero el problema no radica sólo en la estructura formal de gobierno. El verdadero problema radica en que el progreso prometido solo ha tenido lugar a juicio de estos filósofos en su dimensión técnica quedando muy lejos cualquier forma de progreso ético o incluso estético.
La revolución industrial supuso una transformación de la sociedad en términos tecnológicos y económicos. La Escuela de Frankfurt señaló que aspectos esenciales de la persona quedaban desatendidos; de manera que ciertos intereses no estaban siendo satisfechos en el curso de la historia.

- Tipos de interés

Habermas considera que los seres humanos poseemos una serie de intereses que nos mueven a conocer y a actuar. A su juicio había tres tipos de interés:
1.       Interés técnico: con el conocimiento aspiramos a controlar y a predecir los acontecimientos de la naturaleza. El conjunto de estos saberes contribuye las ciencias físico-naturales. Con ellas diseñamos instrumentos. Manipulamos y alteramos el entorno.
2.       Interés práctico: es el deseo que depositamos en el conocimiento para poder asegurar la comunicación. Son las ciencias históricas y hermenéuticas (artísticas).
3.       Interés emancipatorio: es la voluntad de transformación de la historia con la esperanza de materializar la libertad, la igualdad y la justicia (nótese la similitud con los principios de la ilustración).
Lo alarmante para Habermas es que en la Edad contemporánea solo se está cultivando el interés de carácter técnico, reduciéndose a los márgenes. La sociedad se está edificando dejando de lado el interés práctico, así como el emancipatorio, es decir sin contemplar la dimensión crítica y moral de los seres humanos.

- La Racionalidad.

No se puede afirmar que vivamos en un mundo carente de racionalidad y que nos organicemos caprichosamente o según criterios irracionales. Por el contrario, ahora más que nunca la sociedad está organizada racionalmente y sin embargo en la ciudadanía hay un creciente malestar fruto del conflicto entre dos tipos de racionalidad. ¿A qué se debe este hecho? Para entenderlo hay que distinguir entre dos tipos de racionalidad:
-          Racionalidad sistémica (Stablishment): consiste en la lógica racional que se aplica desde aparato estatal. (Es lo que Maquiavelo bosquejaba como Razón de Estado). Esta racionalidad en las sociedades capitalistas contemporáneas se fundamenta en objetivos materialistas de corte económico, de manera que la ciudadanía se ve organizada dentro del gran sistema en subsistemas de trabajo (Mundo del Trabajo) que atienden únicamente a las necesidades económicas.
-          Racionalidad sustantiva o Mundo de la vida. Aglutina los razonamientos motivados por los intereses individuales. Es una racionalidad amplia que va más allá de las necesidades pragmáticas de la convivencia y que atiende a los anhelos personales y a los valores éticos-estéticos de cada uno.
Con frecuencia vemos como las decisiones tomadas por el sistema chocan con la racionalidad de los individuos. En muchas ocasiones la propuesta que surge en el ciudadano a pesar de nacer a partir de una profunda reflexión no es aceptada por la lógica del sistema y viceversa, a saber, las exigencias del sistema son vividas como algo caprichosas que someten al ciudadano sin atender sus intereses.
Habermas denuncia como problema el crecimiento del sistema. Según él ha tenido lugar una progresiva colonización del Mundo de la Vida que ha generado una creciente sensación de malestar entre los ciudadanos. En este sentido afirma que esa ocupación de los espacios vitales por parte de la burocracia estatal es responsable de una crisis personal, una insatisfacción y una desorientación vital entre los ciudadanos.

Antropología. Teoría de la acción comunicativa.

- Teoría dialógica de la racionalidad:

Para Habermas el uso de la razón, por sí solo, no garantizaba el descubrimiento de la verdad. Para el filósofo alemán, la tarea de conocimiento del individuo resultaba insuficiente por sí misma; sin embargo, un uso compartido del lenguaje abría la posibilidad de éxito a la razón. Vinculó ese éxito al consenso racional que se alcanzaría a través del uso compartido en el diálogo entre varios interlocutores.
El ámbito de la racionalidad es el lenguaje. Es ahí donde debemos investigar para entender la raíz del problema de la racionalidad. Según Habermas el lenguaje puede ser usado de maneras diferentes, o lo que es igual, hay acciones lingüísticas distintas. De manera que para entender las  ejercicios de la racionalidad, analiza las diferentes acciones que llevamos a cabo por medio del lenguaje  y señala que hay cuatro tipos.
-          El uso/acción instrumental o teleológico: en la comunicación se espera apropiarse del mundo y establecer un dominio sobre él según unos fines. Esta forma de comunicación intenta transmitir un conocimiento objetivo del mundo. El interés que está detrás d este uso es el interés técnico. Es objetivo.
-          El uso/acción dramatúrgica: cuando mediante el lenguaje intentamos expresarnos emocionlamente. Es subjetivo
-          El uso/acción normativa: se intenta instituir reglas que diseñen formas de convivencia entre los miembros de un colectivo. Es intersubjetivo.
-          El uso/acción comunicativa:  consiste en la creación de conexiones de enetendimiento mutuo. En este uso-acción se da la objetividad, la subjetividad y la intersubjetividad.

- La Acción Instrumental vs. La Acción comunicativa:

Esa última Acción comunicativa es en la que Habermas deposita todas sus esperanzas políticas porque es en elladonde se ejercita la racionalidad en un sentido amplio. Para el pensador alemán es la acción mediante la cual se puede integrar todos los intereses del conocimiento por eso debe ser a través de la acción comunicativa como se desarrolla la ética así como la política.
Por el contrario, la Acción instrumental es demasiado estrecha para los intereses del ser humano. Paradojicamente es esta acción la que rige la sociedad contemporánea en el marco del modelo capitalista, una acción instrumental que aspira a un conocimiento objetivo de la realidad que permita el control y el dominio de la esfera material y permita el uso de la naturaleza según las necesidades que se establezcan desde la economía, y que para ello no atiende a realidades propias de la subjetividad individual y a la intersubjetividad del colectivo.
La Acción comunicativa está constituida sobre símbolos que apuntan a contenidos culturales compartidos por una comunidad. Se hace cargo de los sueños, de las formas de entender la vida, de los miedos, … ya sea del individuo o del grupo. Por ejemplo, los mitos y las creencias religiosas son construcciones que encierran esos anhelos, deseos y valores que más arriba atribuíamos al Mundo de la Vida y que en la sociedad contemporánea no encontraban manera de manifestares.
Hoy vemos, en la sociedad del bienestar y del consumo, cómo el Mundo del trabajo se impone al Mundo de la vida. La política se ve degradada en la misma medida en que las ideologías van muriendo. Cada vez hay menos construcciones lingüísticas que recojan las aspiraciones de los ciudadanos y los espacios de encuentros dialécticos van desapareciendo. El arte de la conversación degenera y los ciudadanos no se movilizan ni encauzan a través de la acción comunicativa sus interese emancipatorios. La racionalidad plena de los ciudadanos se está diluyendo en esos colectivos organizados por la racionalidad sistémica que se articula desde el pragmatismo económico.
Habermas defiende una recuperación de la racionalidad en su sentido pleno. La acción humana tiene que ser una acción comunicativa ya que sólo en ella quedan integrados todos los intereses del ser humano. El interés técnico debe dejar de estar al servicio de la economía y debe ponerse al servicio del interés emancipatorio. Las Ciencias naturales deben responder a las Ciencias críticas, ya que son ellas las que trazan un proyecto de transformación real y ético por ser éstas, disciplinas albergan los conceptos de libertad, justicia e igualdad.

Ética

Habermas propone una ética basada en el diálogo (ética del diálogo o ética dialógica) y que tiene como objetivo la búsqueda de una justicia, respetando las libertades de una ciudadanía diversa.
El proceso debe cumplir una serie de características o condiciones para que se logre esa comunicación que garantice un consenso en el que la norma quede legitimada.
  1. -          Universalizador:  hay que verse implicado-afectado por las decisiones alcanzadas.
  2. -          Abierto, inclusivo y participativo.
  3. -          Respetuoso/con igualdad.
  4. -          Bien fundamentado en el lenguaje: ser comunicativo.
  5. -          Racional.
  6. -          Con confianza recíproca/sincero.
  7. -          Inteligible.

Habermas acerca la ética a la política al atribuirle el objetivo de establecer las condiciones para la convivencia a través de un consenso universal que no excluya los valores y fines morales. Serán normas que busquen la emancipación integrando las voluntades individuales.
Las normas, ya las entendamos a nivel ético o político, no serán nunca definitivas. Al nacer del diálogo y estar abierto, serán siempre revisables en posteriores procesos de diálogo.

Política

En la línea de la tradición kantiana, Habermas considera que el Derecho (las leyes), siempre que cumpla con ciertas condiciones, es la herramienta más adecuada para que la sociedad logre rescatar ese Mundo de la Vida que se ve amenazado en la sociedad contemporánea. Las leyes configurarán el marco en el que el ser humano podrá progresar en toda la esfera de sus intereses (técnico, practico y emancipador) y sentir la realización del progreso.
Para que ese Derecho suceda en tanto que ejercicio racional dialógico, debe darse en una Democracia Participativa constituida por un Estado de derecho que garantice esos espacios de libre encuentro en la sociedad civil. Habermas deposita su esperanza en un proceso participativo de diálogo racional similar (por no decir el mismo) al de la ética.
Las leyes, formuladas en ese Estado de derecho deberán cumplir con dos requerimientos, a saber, la facticidad y la validez de la norma jurídica. La primera consiste en la adecuación del procedimiento jurídico, es decir, la norma debe originarse de acuerdo a unos requisitos. Sobre la segunda, Habermas apunta que debe entenderse como la legitimidad moral, es decir, el reconocimiento de una fundamentación moral en la norma jurídica o lo que es igual que la norma se ajuste a la moral característica del colectivo. Las leyes deben establecerse a través de procesos deliberativos, de tipo dialógico y consensuales en los que quede integrado
Dos cuestiones sirven de fundamento de este diálogo con poder normativo-legislativo dentro de una Democracia Participativa:
-          La soberanía popular: es la consideración de todos los ciudadanos como miembros capaces en el diálogo, en tanto que son sujetos racionales y tienen autonomía, es decir, señorío sobre sí mismo. Nadie habla por ellos, sino que se expresan en el diálogo de acuerdo a sus propios intereses.
-          Derechos humanos: todo ser humano posee una dignidad personal y en ese sentido se le reconocen una serie de derechos fundamentales.
A pesar de todo Habermas alerta sobre ciertos peligros que pueden surgir. Apunta al riesgo de que los espacios de comunicación se perviertan. En concreto tiene miedo a la manipulación de la opinión pública por parte de los medios de comunicación a los que les exige profesionalidad y responsabilidad en torno al debate público.
Alerta también de una preocupante reducción de los espacios participativos.

También entiende como un problema sociopolítico la degradación de la burocracia y la incapacidad que esta tiene para amparar la diversidad dentro del sistema.

Comentarios