Filosofía 4º ESO - Edad Contemporánea ANTROPOLOGÍA



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Filosofía 4º ESO - Edad Contemporánea ANTROPOLOGÍA

Corriente vitalista: Nietzsche.
Durante la Ilustración, al analizar la naturaleza humana, se puso el acento en su dimensión racional. En torno a la razón se construyó todo un discurso sobre la libertad y los derechos. Como se vio en la unidad anterior, comportarse como un ser humano consistía en el libre uso de la razón.
Posteriormente, ya en el S.XIX, Nietzsche, realizará una crítica al modelo ilustrado al decir que el ser humano se caracterizaba además de por su racionalidad también por su carácter sentimental y pasional; de manera que la libertad de los hombres y las mujeres quedaba vinculada a esta doble naturaleza. La esencia del ser humano consistía para Nietzsche en el libre uso de la voluntad desde la razón y la pasión. Presenta esta teoría a través de las figuras de los dioses Apolo y Dionisio.
-          Parte Apolínea (Dios de la Luz): es la responsable de ordenar, medir y razonar.
-          Parte Dionisiaca (Dios del vino): es la parte carnal
La propuesta de Nietzsche afirma que se debe dar la síntesis de ambas partes y que los seres humanos debemos tener el coraje de hacer uso de nuestra voluntad (voluntad de poder). En la voluntad se deben reunir los dos aspectos de nuestra identidad y darse de manera conjugada. Comportarse únicamente desde uno de los dos aspectos, bien silenciando la parte apolínea, bien censurando las pasiones dionisiacas, sería un grave error equivalente a tratarnos de manera deshumanizada. Justamente ésta separación y la censura de la parte dionisiaca ha sido un fenómeno tradicional que ha reprimido nuestra naturaleza condenando nuestros deseos al silencio.
Corriente materialista: Marx.
Para Karl Marx los seres humanos somos el resultado de las condiciones materiales que nos rodean. Nuestra identidad se manifiesta por medio de acciones que materializan nuestros pensamientos, sueños, esperanzas y deseos. Pero a su vez éstos tienen su origen en las condiciones materiales en las que vivimos.
Las condiciones materiales las define Marx como las relaciones laborales en las que participamos. Además, según él las relaciones laborales (capitalistas) dependen de la propiedad y su distribución en la sociedad. Según el papel que desempeñemos en el mundo del trabajo tendremos unas maneras de ver y entender la vida u otras (ideologías).
Marx denuncia que en la Sociedad Industria-capitalista los ciudadanos se encuentran alienados. La alienación es un fenómeno muy extendido según Marx en las sociedades europeas protagonistas de la Revolución Industrial. Decir que los seres humanos estamos alienados es equivalente a afirmar que estamos deshumanizados. ¿Cómo se ha generado esta situación? Según Marx, porque nos tratamos a nosotros mismos y tratamos a los demás no como si fuéramos seres humanos, sino como si fuéramos una cosa extraña (Alien = Extraño). Esto se debe a una inhumana organización social provocada por unas relaciones laborales capitalistas responsables de la división de clases, de la concentración de capitales, de la pérdida de propiedad y de la explotación. Para Marx, somos trabajo (praxis), y no poder trabajar así como vernos desposeídos de la propiedad que nuestro trabajo genera nos deshumaniza.

Corrientes psicoanalítica: Freud y Jung.
Según Sigmund Freud el ser humano posee una dimensión inconsciente y otra consciente. Aquello a lo que llamamos identidad no es sino la manifestación pública de una realidad desconocida a la propia persona. Por debajo de los comportamientos, así como de las ideas y los deseos que aparentemente motivan a aquellos, existe toda una serie de pulsiones y conflictos inconscientes en las personas que son la auténtica causa de sus maneras de ser.
Otro autor psicoanalista, discípulo de Freud, Carl Gustav Jung, afirma que inconscientemente la cultura introduce en nosotros toda una serie de arquetipos. Los miembros de una sociedad suelen compartir una serie de modelos que inconscientemente se encuentran asimilados. Éstos arquetipos sirven para ordenar las conductas. La identidad de una persona se va construyendo en un diálogo constante entre los arquetipos que inconscientemente tenemos como referencias. Estos arquetipos son patrones culturales que constituyen el inconsciente colectivo. Algunos de ellos son: el viejo sabio, la virgen, el explorador, el creador, el gobernante, … Jung estudia la historia de la literatura y los mitos para identificar estos modelos.

Corriente existencialista: Sartre.
A mediados del siglo XX, tras los desastres de la Segunda guerra mundial, algunos pensadores no acaban de verle sentido a la vida. Afirman que esa sensación de falta de sentido invita a dejar de actuar con responsabilidad e intención. La ausencia de sentido no invita a realizar un proyecto vital y nos resulta fácil “tirar la toalla”. A todo esto, hay que sumar que somos conscientes de nuestra propia mortalidad. Eso repercute negativamente en la voluntad y nos vacía.
 En esta línea Sartre defenderá que a pesar de esta conciencia de la nada, cabe actuar con ánimo constante, aunque sin olvidar esa indeterminación vital. Según él hay que digerir la mortalidad y la ausencia de sentido y seguir viviendo a pesar de ello. Rescata el pensador francés el Mito de Sísifo (ver Unidad 1), para reconstruir esta idea. Resumiendo: hay que digerir la angustia que nace de la conciencia del absurdo y la nada.

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