Filosofía 4ºESO - La modernidad: ANTROPOLOGÍA


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Filosofía 4ºESO - La modernidad: ANTROPOLOGÍA (U4.3 + U8.3.2)

Descartes: el ser humano como sustancia extensa y pensante.
Descartes redefine en la modernidad el concepto dualista del ser humano. Para él, las personas estamos constituidos por dos tipos de sustancias, a saber, una extensa (material) y otra pensante (inmaterial).
-          La sustancia extensa: es la manera que tiene Descartes de denominar al cuerpo. Se trata de aquella parte de nosotros dotada de extensión, concreta y material. Como muchos investigadores del Renacimiento, Descartes, dedica parte de sus investigaciones al estudio de la anatomía humana. Pretende descubrir las relaciones causa-efecto entre las múltiples partes que constituyen el organismo en su conjunto. Traslada el mecanicismo de la cosmología al cuerpo.
-          La sustancia pensante: es la parte intelectual del ser humano. Son los procesos de pensamiento y emoción. La sustancia pensante se encuentra vinculada a la sustancia extensa a través de la glándula pineal. Ambas pueden afectarse mutuamente. Para Descartes lo adecuado es que el pensamiento dirija al cuerpo y no se deje conmocionar por éste. Debe ser una especie de “piloto” que asuma el mando del cuerpo y lo ponga en movimiento en el mundo. La voluntad debe estar guiada por el intelecto y ser indiferente a las coacciones del cuerpo.

Hume y los empiristas: el ser humano como sujeto sentimental o haz de impresiones.
La corriente filosófica del Empirismo defendió que no existía una naturaleza humana concreta. Ellos no compartían con pensadores como Descartes la idea del dualismo. Para lo empiristas nuestra parte pensante no es algo diferente de nuestra parte corporal. De hecho, según ellos nuestra forma de pensar y de sentir es la consecuencia de lo que al cuerpo le ha pasado, o dicho de otra manera, somos un haz de impresiones. Cuando nacemos somos una especie de libro en blanco; nuestro cuerpo y nuestra mente se van configurando a través de las numerosas experiencias que vamos teniendo. De esta manera afirmaban que la identidad de la persona estaba en constante construcción a lo largo de la vida y que los hechos que sucedían eran interpretados según la historia que cada uno de nosotros cargaba a sus espaldas. Para ellos vamos dando forma racional a las emociones que los hechos nos provocan. Nuestra libertad consiste en encauzar o dirigir nuestras voliciones (sentimientos y deseos,…)

Kant: El ser humano como sujeto ético.
Para Kant las características esenciales del ser humano son la libertad y el sentido del deber. Según este pensador, independientemente de las circunstancias en las que cada persona se encuentre, todos siempre estamos en posesión de la libertad. No es posible arrebatarle la libertad al ser humano y en caso de que sucediera se estaría atentando contra su naturaleza. En este sentido ambos principios son inmanentes a la persona. La naturaleza racional del ser humano se sustenta bajo estos dos principios. La racionalidad es el uso libre de la razón con vistas a la acción. Según Kant, el ser humano debe evitar que su voluntad quede condicionada por las emociones o por influencias externas. De suceder esto estaríamos perdiendo nuestra autonomía y nos veríamos actuando en una situación de heteronomía.  
Además, en esa racionalidad reside una universal conciencia del deber. Todos los seres humanos sentimos el deber. El deber es el principio reflexivo que ha de dirigir nuestra acción y por eso cabe decir del ser humano que es un sujeto responsable de sus acciones, es decir, es un sujeto ético.
Por todo ello, Kant afirma que el ser humano posee dignidad. Ésta es el valor intrínseco e inalienable, un valor superior que es el resultado de reconocer al ser humano como libre y racional.

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